La osadía de las relaciones internacionales ha encontrado un punto fuerte entre dos superpotencias: Rusia y China, quienes han prometido su mano con el fin de forjar un futuro juntos, sin realmente ser buenos amantes. ¿Por qué son un matrimonio de conveniencia?
Las relaciones que han establecido Rusia y China para su presente (y futuro) económicos y políticos no se han sustentado en un pacífico pasado. Como ocurre en la actualidad con Estados Unidos, China también tuvo tensión con Rusia unos años atrás por la legitimidad de sus fronteras.
Pero después de varias disputas, en 2008 los límites entre ambos países quedaron delimitados , por lo que comenzaron a establecer idilios en el ámbito económico y en el ámbito geopolítico, con el objetivo de convertirse en las dos potencias más poderosas del planeta, con un cristalino recelo al actual imperio de los Estados Unidos.
# Economía a tiempo completo
El desarrollo económico de ambas potencias ha sido diferente, pero las dos se complementan a la perfección. Por un lado, Rusia es una fuente de materias primas y China las necesita. Por otro, China es la alternativa perfecta a Europa occidental para impulsar el mercado de la tecnología en oriente.
¿Y qué pasa con los bancos? China ha decidido prestar importantes sumas a empresas rusas. Así, las inyecciones de dinero chinas ayudan a Moscú hacer frente a las sanciones impuestas por Europa.
Las inyecciones de dinero chinas ayudan a Moscú a hacer frente a las sanciones impuestas por Europa
Y como occidente es odiado por estos dos gigantes, el sistema económico y financiero occidental no entra dentro de los planes de los países orientales, lo que ha provocado que China y Rusia hayan lanzado proyectos para crear estructuras alternativas a las economías europeas y norteamericanas. Como resultado, la economía bilateral ha crecido un 25%. Este crecimiento exponencial se ha visto propiciado, en gran parte, por las exportaciones de combustible ruso, que viene desde el año 2014, gracias a la creación de un gasoducto de 3.200 kilómetros que conecta Siberia con el norte de China.
# ¿Cuestión de bipolaridad?
Sus malas relaciones con occidente y, especialmente Estados Unidos, no son un secreto que haya que ocultar. De hecho, esto ha impulsado una cooperación estratégica entre el matrimonio. En la actualidad han cooperado en algunos asuntos clave como Irán, Corea del Norte y el dominio del Ártico.
Putin y Xi Jinping también se han aliado para paralizar algunas políticas propuestas por Estados Unidos. ¿Cómo? Gracias a su derecho al veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Putin y Xi Jiping paralizan medidas de Estados Unidos mediante el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU
Pero sin duda, un punto clave para este matrimonio de conveniencia es el control por parte de China en el mar chino en su punto meridional. Para conseguirlo, Beijing necesita el apoyo político y la fuerza de Moscú. Sin embargo, no está claro que Rusia esté dispuesta a apoyar la posición de China. ¿La razón? No quiere subordinar sus intereses políticos a su vecino. ¿Sería esto un principio de divorcio?